De entrada el género bélico no es mi fuerte, pero según declaraciones del propio Nolan, «Dunkerque» no es una película de guerra (que no ausente de metralla y explosiones). Por otra parte debo reconocer que el trailer de la película no me despertó a priori mucha curiosidad, pero bueno, la carne es débil y la cartelera en verano más… El caso es que acabo de pasar uno de los mejores ratos que últimamente recuerdo en el cine. Creo que desde el «Let it go« de «Frozen» no disfrutaba tanto viendo una película, pero con ello no quiero decir que se trate de un peliculón o la película de mi vida si no que simplemente he flipado, disfrutado y sufrido mucho, porque sufrir se sufre mucho viendo «Durkerque». Como decía Allen en «Misterioso asesinato en Manhattan» -me ha chorreado la adrenalina por las orejas-.
Tres elementos: tierra, mar y aire, tres lineas temporales diferentes: una semana, un día y una hora y un grupo de personajes y situaciones en cada una de ellas que terminaran confluyendo con los más de 300.000 soldados evacuados en la histórica Batalla de Dunkerque de 1940. Todo muy Nolan pero a la vez creo que «Dunkerque» es su película menos Nolan (aunque además de director es guionista) lo cual se agradece tanto por los fans como los neófitos del «nolanismo«. Muy pocos diálogos, acción moderada pero magistralmente estirada con un gran despliegue de planos y giros de cámara y sobre todo tensión. Mucha tensión o más bien diría que angustia desde el minuto uno, hasta tal punto que he salido casi físicamente cansado de encoger cuello, hombros y mandíbulas.
¿Es mérito de Nolan? pues yo diría que en un 50% si, pero en el otro 50% es gracias a la MAGISTRAL banda sonora (o diseño de sonido) que Hans Zimmer ha firmado de nuevo para Nolan. Escuchada aisladamente no resultará tan emotiva como las de «Gladiator», «El rey león» u «Origen», pero lo mismo le pasaría a la cinta de Nolan sin ella, se perdería todo el efecto que consiguen juntas. Y es que realmente es espectacular ver las imágenes y ver como la música las refuerza al 200% de tensión y dramatismo. De hecho, creo que «Dunkerque» es una película para ver exclusivamente en el cine (de ahí que no la considere perfecta) ya que por mucho sonido y pantallón que tengamos en casa, nada igualará la experiencia de la pantalla grande, así que aprovechad el verano, id al cine que se está muy fresquito y disfrutad sufriendo de lo lindo en «Dunkerque».